lunes, 4 de diciembre de 2006

PARTICIPACIÓN EN EL CINE

Pepita la pistolera

Realizada en video, se pudo ver en cine. Fue uno de los primeros éxitos de público. Mostraba una ciudad mas ligada a la imagen televisiva y ello fue un acierto porque entabló una comunicación muy directa. La posibilidad de ver y reconocer calles, barrios, edificios, de presenciar un ómnibus de Cutcsa o del fluir del tránsito capitalino, le dio una impronta realista vinculada al relato y a las peripecias de los personajes generando una empatía emocional con el espectador que sintió que le estaban hablando de una historia muy cercana, no solo en lo anecdótico de la narración basada en un hecho real, sino en las imágenes en las que se apoyaba. Allí estaba la ciudad casi tal cual la veíamos todos los días y para el montevideano de inicios de los años 90 eso era casi imprescindible.

En la puta vida

Ésta es la historia de Elisa, cuyo sueño es montar una peluquería en Montevideo. Sin recursos y con dos niños a los que cuidar, comienza a trabajar como acompañante, y pronto se convierte en prostituta. Cuando conoce y se enamora del proxeneta Plácido, todos sus sueños le parecen alcanzables. Elisa junto con su novio y su amiga Lulú viajan a Europa y se instalan en Barcelona como inmigrantes ilegales, esperando ganar "miles de dólares". Pero las decepciones no cesan: tiene que trabajar en la calle como prostituta, su novio la maltrata, y las peleas entre las prostitutas uruguayas y los travestis brasileños incrementan. La muerte de Lulú en un tiroteo hace que Elisa deba tomar una importante decisión entre su idealizada lealtad a Plácido y la dura realidad, la cual supone su colaboración con un policía de buen corazón. Esta decisión se hace más fácil para Elisa cuando se entera de que sus hijos han sido internados en un orfanato, debido a que Plácido nunca envió dinero para mantenerlos, tal y como había prometido.

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